No te quedes con dudas

En función de su tamaño y su origen, podríamos hablar de varios tipos:

Tipo 1. Telangiectasias o arañas vasculares.

Tipo 2. Varículas (<1mm de grosor).

Tipo 3. Varices Reticulares (1-2 mm de grosor).

Tipo 4. Varices colaterales (de más de 2 mm de grosor).

Tipo 5. Varices tronculares (de más de 3 mm de grosor).

Las tres primeras pueden ser catalogadas como un problema estético, sin embargo, las varices colaterales y tronculares reflejan un trastorno de insuficiencia venosa crónica más severo.

Estos son algunos consejos básicos para prevenir las varices o retrasar su aparición.

  • Alimentación: cuidar la alimentación es fundamental para evitar la aparición de varices. El sobrepeso es una de las causas más frecuentes.
  • Ejercicio: realizar ejercicio físico de forma regular, sobre todo andar.
  • Calzado: se debe evitar el cazado plano o tacones altos.
  • Ropa: No utilizar ropa muy ajustada pues, al comprimir ciertas zonas, dificulta el retorno venoso.
  • Postura: no permanecer mucho tiempo de pie sin moverse, o estar sentado durante mucho tiempo con las piernas cruzadas.

El sobrepeso tiene una influencia negativa sobre las varices, ya que el peso y la gravedad entorpecen que las válvulas hagan correctamente el retorno de la sangre.

Además de la parte estética, los síntomas que se sufren pueden ir desde pesadez y calambres, a situaciones más molestas con dolor y edema o hinchazón de tobillos y piernas. La evolución crónica de las varices puede ocasionar el desarrollo de trastornos tróficos cutáneos y la aparición de úlceras, que si se producen, son muy difíciles de tratar. En casos más extremos podría haber riesgo de sufrir tromboflebitis y sangrado (varicorragia).

La insuficiencia venosa crónica, más conocida como varices, consiste en una dilatación de las venas, debido a la debilidad en las paredes y disfunción de las válvulas. Como consecuencia, el flujo se invierte y las venas se dilatan y dejan de cumplir su misión, que es realizar el retorno sanguíneo al corazón.

Así se forman las conocidas varices, que pueden ir acompañadas de edemas, hinchazón, y en casos más graves, flebitis o úlceras.

El Cirujano Vascular recomendará al paciente unas pautas específicas en función del tratamiento realizado. Todos los tratamientos que realizamos en Clínica Dermaline permiten la reincorporación inmediata del paciente a su vida cotidiana al no requerir cirugía.

Estas son algunas pautas generales:

  • Dar un paseo después de la realización del tratamiento.
  • Aplicar protección solar.
  • No permanecer demasiado tiempo en la misma postura (ya sea de pie o sentado).
  • Tener las piernas en alto en la medida de lo posible.
  • Uso media elástica al menos durante 2 semanas.
  • No practicar deportes de impacto al menos hasta 2-3 días después.

Insistimos en que debe ser el cirujano vascular quién establezca las pautas en cada caso.

El Eco Doppler es una “radiografía” realizada de forma indolora y sencilla de nuestro sistema venoso interno. Es de gran ayuda para el médico al realizar el diagnóstico, le ayuda a saber si el riego sanguíneo fluye con normalidad o si hay alguna alteración interna. Sirve para comprobar si hay un problema interno que a priori no se ve desde fuera.

Dependiendo del tipo de varices, los resultados se apreciarán antes o después.

  • En las varices finas, los resultados se aprecian de manera casi inmediata, y las varices desaparecen entre un 80-99%.
  • Las varices gruesas empiezan a disminuir con el paso de los días hasta ser reabsorbidas. Aunque el aspecto externo mejora con mayor rapidez, la desaparición interna completa de la variz se puede demorar semanas o meses, proceso habitual en estos casos.

Nuestra experiencia con estos tratamientos de varices nos dice que en la mayoría de los casos se obtienen muy buenos resultados.

Recomendamos realizar el tratamiento de varices desde finales de septiembre-octubre hasta abril-mayo, evitando así los meses de mayor calor.

Las altas temperaturas del verano hacen que estos tratamientos sean menos efectivos debido a la vasodilatación de las venas.

Desde Clínica Vasculine aconsejamos:

  1. Lo más recomendable es que el tratamiento sea realizado en un centro médico que cuente con un Cirujano Vascular, ya que es el especialista más preparado para el tratamiento de las varices.
  2. Es recomendable que el cirujano vascular domine varias técnicas para poder ofrecer la más adecuada para cada tipo de variz, ya que un mismo paciente suele presentar varios tipos de varices a la vez.
  3. Después de la realización del tratamiento es importante que el equipo médico especializado realice un seguimiento de las varices del paciente. Con este seguimiento se busca proporcionar mayor seguridad en el resultado del tratamiento.

No es posible realizar el tratamiento en mujeres embarazadas. Pasados unos meses de haber dado a luz será el mejor momento para acudir a un experto para que realice una evaluación de tu sistema venoso y te recomiende el tratamiento más adecuado para tu caso.

Los principales factores de riesgo que aumentan la probabilidad de desarrollar enfermedades vasculares son:

  • Edad
  • Género
  • Historial Familiar
  • Hábitos de Vida
  • Presión Arterial Alta (Hipertensión)
  • Niveles de Colesterol Elevados
  • Diabetes
  • Obesidad
  • Historial Médico Personal
  • Estrés

En Clínica Vasculine contamos con diferentes técnicas para tratar las varices de manera sencilla y mínimamente invasiva:

  • Escleroterapia líquida: Se aplica para tratar las arañas vasculares, las varices más finas y superficiales. Consiste en la inyección, mediante una fina aguja, de un gel esclerosante, en la vena dañada , provocando que ésta se cierre y desaparezca. Es un proceso rápido y seguro que ofrece resultados inmediatos.
  • Escleroterapia con microespuma: Consiste en la infiltración de una espuma esclerosante en la vena dañada mediante una pequeña aguja, provocando que ésta “cicatrice”. Aplicamos microespuma cuando la variz tiene un mayor grosor. Este tipo de varices nos indican un problema venoso mayor.
  • Crioesclerosis: Consiste en la inyección de una sustancia esclerosante a baja temperatura dentro de la vena afectada para conseguir su desaparición. Con el efecto frío reducimos el riesgo de pigmentación de la piel, característica muy destacable cuando llega el buen tiempo.

Todos los tratamientos que realizamos permiten la reincorporación inmediata del paciente a su vida cotidiana al no requerir cirugía.

El ejercicio físico y un estilo de vida saludable ayudan a prevenir la aparición de varices y a mejorar su evolución cuando la patología ya ha aparecido.

Los ejercicios recomendados para prevenir las varices son:

  • Caminar
  • Natación
  • Ciclismo
  • Elevación de piernas
  • Ejercicios de flexión y extensión de los tobillos
  • Ejercicios de fuerza para piernas
  • Yoga y estiramientos

La nutrición juega un papel muy importante en la salud de las venas. La mala alimentación es uno de los factores que contribuyen a la insuficiencia venosa y puede llegar a empeorar los síntomas de esta enfermedad

Para controlar la insuficiencia venosa es recomendable:

  • Una dieta equilibrada, rica en fibra, verduras y fruta
  • Limitar el consumo de sal y alcohol
  • Evitar las grasas saturadas
  • Mantener una buena hidratación

Una dieta poco saludable, el sedentarismo o la falta de ejercicio tienen consecuencias negativas para el organismo, como la mala circulación y la aparición de varices.

La ecografía vascular es una técnica no invasiva e indolora que utiliza ondas de sonido de alta frecuencia para generar imágenes detalladas de los vasos sanguíneos en el cuerpo.

Este procedimiento es esencial para el diagnóstico y seguimiento de condiciones vasculares, ofreciendo información detallada que ayuda a los profesionales de la salud a planificar tratamientos personalizados y a los pacientes a comprender mejor su salud vascular.

La ecografía Doppler se utiliza para evaluar la circulación sanguínea y detectar posibles problemas en el sistema vascular.

Se recomienda en los siguientes casos:

  • Síntomas de insuficiencia vascular, como dolor, hinchazón, fatiga o cambios en la piel de las extremidades
  • Varices y venas varicosas
  • Antes de realizar procedimientos vasculares o cirugía
  • Dolor en las piernas o claudicación intermitente
  • Seguimiento postoperatorio después de intervenciones vasculares
  • Enfermedades vasculares sistémicas, como la arteritis o el lupus