La piel del rostro se enrojece f\u00e1cilmente porque los vasos sangu\u00edneos se dilatan con mayor facilidad en esta zona. Esto provoca la aparici\u00f3n de rojez en la cara en forma de cuperosis, ros\u00e1cea y otras afecciones de la piel, cuyas diferencias pueden resultar confusas porque son muy sutiles y en algunos casos coexisten entre ellas.<\/p>\n
En este art\u00edculo vamos a ver en qu\u00e9 consiste cada una de esas afecciones para aprender a distinguirlas y para mantener la dermis en \u00f3ptimas condiciones.<\/p>\n
\u00a1Descubre todo sobre el tema con Cl\u00ednica Vasculine!<\/p>\n
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La cuperosis es una condici\u00f3n de la piel que se caracteriza por el enrojecimiento de la dermis y la dilataci\u00f3n de los vasos sangu\u00edneos que se encuentran en la superficie cut\u00e1nea. El resultado es la aparici\u00f3n de peque\u00f1os capilares dilatados de color rojizo, que se llaman telangiectasias o ara\u00f1as vasculares<\/strong>, en la zona de las mejillas, la nariz y su contorno y en el ment\u00f3n.<\/p>\n Existen diferentes factores de riesgo que pueden originar la cuperosis:<\/p>\n La cuperosis es m\u00e1s com\u00fan en mujeres que en hombres. No supone ning\u00fan problema para la salud, aunque s\u00ed puede resultar antiest\u00e9tica.<\/p>\n En todo los casos el problema de fondo es el mismo: la dilataci\u00f3n de los vasos de la piel.<\/p>\n 1. Ros\u00e1cea<\/strong><\/p>\n La ros\u00e1cea es una alteraci\u00f3n de la piel que afecta especialmente a la zona central de la cara<\/strong> (mejillas, nariz, frente y ment\u00f3n). Sus s\u00edntomas var\u00edan y pueden darse en ciclos en forma de brotes. Sus signos m\u00e1s evidentes van desde el enrojecimiento de forma difusa en la cara, la aparici\u00f3n de vasos sangu\u00edneos dilatados o lesiones similares a las que provoca el acn\u00e9. Quienes la padecen tambi\u00e9n puede sufrir una sensaci\u00f3n de calor en el rostro, sequedad y cambio en la textura de la piel en algunas zonas.<\/p>\n La principal diferencia entre cuperosis y ros\u00e1cea es que la segunda se considera una enfermedad inflamatoria cr\u00f3nica de la piel<\/strong>. Puede llegar a generar picor, granitos de color rojo que persisten durante d\u00edas y, en ocasiones, p\u00fastulas. Es frecuente que existan partes del cutis donde se sienta un engrosamiento de la piel o una textura irregular.<\/p>\n 2. Eritrosis<\/strong><\/p>\n Es la primera fase de la ros\u00e1cea. En la eritrosis la rojez es intermitente, es decir, puede aparecer y desaparecer, y normalmente se localiza en las mejillas pero puede darse en cualquier zona del cuerpo<\/strong>. Es t\u00edpica de las personas con pieles blancas, finas, sensibles o con tendencia a padecer rojeces.<\/p>\n 3. Acn\u00e9<\/strong><\/p>\n Se asemeja a la ros\u00e1cea porque en ambos se ven granitos, que pueden ser m\u00e1s o menos rojos, pero en el caso del acn\u00e9 pueden observarse comedones (puntos negros) que est\u00e1n ausentes en el caso de la ros\u00e1cea. Los granitos de acn\u00e9 pueden aparecer por toda la cara, escote y espalda<\/strong>, pero en la ros\u00e1cea solo afectan a la zona central de la cara (mejillas y nariz). Adem\u00e1s, a diferencia de quien tiene acn\u00e9, las personas con ros\u00e1cea presentan un color rosado en las mejillas, a veces con venitas finas.<\/p>\n 4. Dermatitis at\u00f3pica <\/strong><\/p>\n Es una patolog\u00eda que causa el enrojecimiento de la piel con s\u00edntomas como picaz\u00f3n. La diferencia principal con la ros\u00e1cea es que esta suele aparecer en el rostro, mientras que la dermatitis puede aparecer en otras partes del cuerpo tambi\u00e9n. Comparte la descamaci\u00f3n y el eritema con la ros\u00e1cea, pero en las dermatitis nunca hay p\u00fastulas.<\/p>\n Muchas patolog\u00edas que se generan en la piel, como las ara\u00f1as vasculares o las varices, tienen que ver con la dilataci\u00f3n de los vasos sangu\u00edneos y su mal funcionamiento, impidiendo que la sangre retorne de forma eficaz al coraz\u00f3n.<\/p>\n Por eso es imprescindible que las enfermedades de la piel sean diagnosticadas y tratadas por un especialista<\/strong>, sobre todo en los casos de insuficiencia venosa facial donde, adem\u00e1s de suponer un problema de circulaci\u00f3n sangu\u00ednea, supone un problema est\u00e9tico para los pacientes que padecen estas patolog\u00edas.<\/p>\n En Cl\u00ednica Vasculine contamos con un equipo especializado en el cuidado y tratamiento de la cuperosis y la ros\u00e1cea.<\/p>\n Lo cierto es que no existe una cura como tal para la ros\u00e1cea, pero s\u00ed hay procedimientos que mejoran su apariencia y la calidad de la piel. En muchos casos la rojez se minimiza al seleccionar una pauta de tratamiento en cremas adecuadas de uso diario, hasta el punto de no requerir otros tratamientos.<\/p>\n En la actualidad existe un tratamiento efectivo tanto para la ros\u00e1cea como para la cuperosis: el L\u00e1ser Apolo Triforze Nd:Yag<\/strong>. Este l\u00e1ser m\u00e9dico especifico permite eliminar los vasos sangu\u00edneos dilatados en pocas sesiones consiguiendo un resultado inmediato. Se trata de un m\u00e9todo indoloro que logra unificar el tono del cutis de manera eficaz sobre las venitas sin da\u00f1ar los tejidos que las rodean y mejorar el aspecto de la piel.<\/p>\n Es fundamental realizar un correcto cuidado de la piel de manera diaria con productos cosm\u00e9ticos espec\u00edficos para ayudar a reducir el enrojecimiento de la piel, adem\u00e1s de potenciar su hidrataci\u00f3n y eliminaci\u00f3n de la tirantez.<\/p>\n En el caso de la ros\u00e1cea, es importante cuidar la piel y mantenerla hidratada, utilizando productos sin perfume y una correcta protecci\u00f3n solar diaria.<\/p>\n En el caso de la cuperosis podemos seguir varias pautas, como esta rutina de belleza<\/a>, para mejorar su estado:<\/p>\n Si tienes alguna duda sobre la diferencia entre cuperosis y otras afecciones de la piel, consulta a profesionales como los que puedes encontrar en Cl\u00ednica Vasculine. Ellos podr\u00e1n asesorarte y valorar tu caso de manera personalizada para encontrar el tratamiento m\u00e1s adecuado a tu situaci\u00f3n particular.<\/p>\n\n
Diferencias clave con otras afecciones<\/strong><\/h2>\n
Diagn\u00f3stico correcto<\/strong><\/h2>\n
Opciones de tratamiento<\/strong><\/h2>\n
Prevenci\u00f3n y cuidados<\/strong><\/h2>\n
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Conclusi\u00f3n<\/strong><\/h2>\n