Las varices sintomáticas no solo resultan poco estéticas y generan ciertos complejos. También pueden llegar a ocasionar problemas y complicaciones importantes en el sistema venoso de nuestras extremidades inferiores.
Por ello, en el caso de padecerlas, es importante que un equipo de profesionales especializados realice un estudio y seguimiento del estado actual de las varices y su nivel de gravedad. De esta forma, podremos conocer el alcance del problema a tratar para que no surjan complicaciones que puedan afectar a la salud. ¡En Clínica Vasculine Te contamos más!
¿Cuándo podríamos decir que estamos ante varices sintomáticas?
A menudo se piensa que se trata de un problema estético y en algunos casos es así, pero, en otros, si no se tratan las varices a tiempo se pueden convertir en un problema de salud muy molesto para el paciente.
Hablamos de varices sintomáticas en las piernas cuando los pacientes detectan pequeñas arañas vasculares o varices y acuden a consulta, pues experimentan ciertos signos de incomodidad y algunos primeros síntomas como: pesadez, cansancio, dolor, calambres, hormigueos, sensación de calor o escozor.
¿Los síntomas de las varices sintomáticas pueden crecer con el tiempo?
Sí, sobre todo si no se trata y se controla un problema de insuficiencia venosa como es debido, lo más probable es que con el paso del tiempo y de los años, los síntomas de las varices se vuelvan más notorios pudiendo llegar a ser realmente perjudiciales.
¿Cuáles son los síntomas que producen las varices sintomáticas según los casos?
En función de factores como la situación personal de cada paciente, sus características corporales y, sobre todo el estado de sus varices, se podrán experimentar unos síntomas u otros. Algunos de los más comunes son:
– Sensación de dolor.
– Pesadez en las extremidades inferiores.
– Ardor de la zona afectada.
– Dolor de piernas.
– Pulsaciones en la zona afectada.
– Calambres musculares (se trata de contracciones involuntarias y dolorosas que afectan a los músculos de las extremidades).
– Parestesia (hormigueo o entumecimiento de las extremidades).
– Hinchazón de las piernas (edemas).
– Empeoramiento del dolor después de permanecer sentado o de pie durante un periodo prolongado de tiempo.
– Picazón alrededor de la zona afectada en una o más venas.
– Decoloración de la piel en la zona de la vena varicosa (las manchas de color violáceo en las zonas afectadas aparecen debido a la salida de los glóbulos rojos. Estas manchitas deterioran la piel y la grasa, lo que hace que se endurezca la piel y duela).
– Úlceras: en casos muy avanzados, ya considerados como graves, se producen úlceras de forma espontánea en la zona en cuestión.
La importancia de acudir a la clínica vascular para tratar las varices en el momento adecuado
Si padeces problemas de varices, independientemente de la edad, del sexo, etc., es recomendable acudir lo antes posible a un centro médico especializado que cuente con un equipo médico profesional centrado en el tratamiento de varices de todo tipo.
Es importante destacar que si uno de los factores es hereditario, no se debe dejar de lado, ya que se trata de uno de los factores más influyente en los casos de varices sintomáticas.
Una vez en consulta, el equipo podrá realizar un Eco Doppler, una prueba que ayuda a valorar el estado actual de las varices y así poder ofrecer los mejores tratamientos y técnicas de forma personalizada para tratar esta patología.
Si todavía no padeces síntomas muy molestos y convives con las varices, es recomendable que también solicites una consulta informativa para conocer el estado de las varices ya que, en muchos casos, el problema puede ser interno y no apreciarse a simple vista. Sin embargo, en consulta, el cirujano vascular realizará las pruebas determinadas para conocer el estado real del sistema circulatorio. Es importante revisar las varices con la intención de mantenerlas controladas para evitar que se conviertan en un problema mayor de salud.
