La flebitis es una inflamación de las paredes venosas que, si no se trata de manera oportuna, puede ser más grave de lo que parece. Es una enfermedad que puede tener complicaciones importantes, como el síndrome postrombótico o coágulos de sangre, y es más común en quienes ya tienen una edad avanzada, aunque puede afectar a cualquier persona.
Hoy en Clínica Vasculine te explicamos todo sobre la flebitis, sus síntomas y su tratamiento. ¡Sigue leyendo!
Distinción entre flebitis superficial y tromboflebitis
La flebitis es una patología relacionada con el sistema cardiovascular. Consiste en una inflamación que se produce en las paredes venosas. Si además de la inflamación se forman trombos o coágulos sanguíneos en su interior, generalmente en las extremidades inferiores, hablamos de tromboflebitis.
Con ello, existen diferentes tipos de flebitis:
- Flebitis: cuando se produce inflamación en una vena. En este caso suele tener buen pronóstico y se considera una enfermedad benigna.
- Tromboflebitis: aparece cuando el coágulo de un trombo dificulta la circulación en una vena. Ocurre sobre todo en las extremidades inferiores, debajo de la piel (tromboflebitis superficial) o más profunda en la pierna (trombosis venosa profunda o TPV).
La TVP es más frecuente en personas que tienen varices y puede llegar a convertirse en un problema grave si un coágulo de sangre llega hasta los vasos sanguíneos de los pulmones, lo que provocaría una embolia pulmonar.
Causas de la Flebitis
La causa más frecuente de la flebitis suele ser una enfermedad infecciosa, pero también puede tener su origen en:
- Traumatismos o golpes.
- Desencadenantes tóxicos.
- Estar mucho tiempo encamado.
Otras condiciones que pueden inducir a la aparición de esta enfermedad son:
- Ser propenso a trastornos de coagulación de sangre.
- Tomar estrógenos u otras píldoras anticonceptivas.
- Trastornos inmunitarios (lupus).
- Enfermedades como el cáncer.
- Tabaquismo.
Síntomas comunes
Existen diversos síntomas derivados de la flebitis, sobre todo, teniendo en cuenta ambos tipos de enfermedad.
- Síntomas de la flebitis superficial
- Eritema: lo que conocemos como enrojecimiento de la piel
- Tumefacción en la vena: se trata del aumento del volumen de la vena en la zona dañada. Se identifica fácilmente mediante palpación.
- Aumento de la sensibilidad y del dolor en la zona afectada: el dolor aumenta cuando se ejerce presión sobre la vena dañada.
- Calor en la zona de la vena.
Este tipo de flebitis puede pasar desapercibida en algunos casos si no se presentan síntomas.
- Síntomas de la flebitis profunda
- Piernas hinchadas: lo que conocemos como edemas.
- Fiebre
- Taquicardias
- Gangrena venosa
- Piel pálida o cianótica
- Disminución del pulso arterial en la zona afectada
- Dolor sordo en las extremidades inferiores
Este tipo de flebitis puede pasar desapercibida si no se registran los síntomas pertinentes. Pero, en este caso, sería un peligro porque se manifestarían cuando ya se hubiese producido un incidente más grave.
Opciones de tratamiento
Entre las medidas para prevenir o tratar tanto la flebitis, como las varices, o las trombosis, las medias de compresión o elásticas son una de las más eficaces. Producen una ligera presión sobre las piernas, favoreciendo el retorno venoso de la sangre, además de reducir la hinchazón.
El especialista puede recomendar analgésicos, anticoagulantes para prevenir la aparición de nuevos coágulos (sobre todo en los casos de flebitis profunda) o trombolíticos para disolver el coágulo existente.
Los tratamientos menos comunes son la extirpación quirúrgica de una vena próxima a la superficie o el bypass de la propia vena perjudicada.
Las medidas que puede aplicarse el propio paciente son quitar la presión del área afectada para reducir el dolor y el riesgo de empeoramiento, así como mantener la extremidad elevada para disminuir la inflamación.
Prevención de la Flebitis
La forma más adecuada de prevenir la flebitis y los problemas vasculares es mediante el cuidado de la circulación sanguínea.
La práctica de actividad física, ya sea salir a caminar o entrenamiento de fuerza, es una de las mejores formas de prevenir su aparición. En situaciones en que no haya una corriente fluida de sangre (como por ejemplo al hacer viajes largos en coche o avión, o trabajar largas jornadas sentado o de pie), se recomienda realizar ciertos movimientos para facilitarla. Lo aconsejable es caminar o estirar las piernas de vez en cuando, tomar mucho líquido y usar medias de descanso.
Una buena hidratación y una buena alimentación también juegan un papel importante en la prevención de la flebitis y de las varices.
Cuando descubrimos que tenemos varices, debemos someternos a una exploración médica para determinar qué tipo de patología venosa sufrimos y cómo tratar dicha insuficiencia venosa. La salud de nuestras venas debe ser siempre tratada por médicos especialistas en Angiología y Cirugía Vascular, ya que son quienes están más cualificados para ofrecer la solución más eficaz al problema.
Conclusión
Lo primero que debe hacer si sospecha que sufre flebitis es acudir al médico especialista para realizar un diagnóstico inicial. En caso de que sea diagnosticado con flebitis, debe permanecer tranquilo y seguir las indicaciones de su doctor. Dependiendo de la gravedad del caso y de las características del paciente, será diferente la manera de curar la flebitis.
Al igual que otras enfermedades, lo peligrosa que es la flebitis depende de cada caso y de las características del paciente. Dicho esto, hay que mencionar que, generalmente, se trata de una afección benigna y el tratamiento suele implicar prácticas para favorecer la circulación. Por ello, nosotros recomendamos acudir desde un primer momento a un centro médico especializado en varices.