Las varices esofágicas afectan a numerosas personas adultas hoy en día. Los síntomas de esta afección pueden volverse realmente molestos y perjudiciales para la salud, por eso mismo, es importante diagnosticar estas varices cuanto antes para empezar a tratarlas rápidamente. En Clínica Vasculine te ofrecemos toda la información al respecto. ¡Descubre más en el siguiente post!
Varices esofágicas y cirrosis, ¿en qué se relacionan?
Las varices esofágicas son venas anormales dilatas en el tubo que conecta la garganta con el estómago. Este tipo de varices se desarrollan cuando el flujo de sangre normal al hígado se bloquea por un coágulo o tejido cicatricial en el hígado. Para evitar los bloqueos, la sangre fluye hacia vasos sanguíneos más pequeños que no están diseñados para transportar grandes volúmenes de sangre. Los vasos pueden filtrar sangre o incluso romperse, y así provocar un sangrado. También se pueden formar en la parte superior del estómago, cerca de donde entra el esófago, son las denominadas varices gástricas.
Cuando se da un aumento de la presión (hipertensión portal) obliga a la sangre a buscar otras vías a través de las venas más pequeñas, como las que se encuentran en la parte más baja del esófago. Estas venas de paredes delgadas se hinchan con el aumento de la sangre. A veces, las venas se rompen y sangran.
Las causas de las varices esofágicas incluyen:
- Cicatrización severa del hígado (cirrosis). Una serie de enfermedades hepáticas, como la infección por hepatitis, la enfermedad hepática alcohólica, la enfermedad por el hígado graso y un trastorno de los conductos biliares llamado cirrosis biliar primaria, pueden causar cirrosis.
- Coágulo sanguíneo (trombosis). Un coágulo sanguíneo en la vena porta o en una vena que alimenta a la vena porta (vena esplénica) puede causar varices esofágicas.
- Infección parasitaria. La esquistosomiasis es una infección parasitaria que se encuentra en partes de África, América del Sur, el Caribe, Medio Oriente y Asia oriental. El parásito puede dañar el hígado, así como los pulmones, el intestino, la vejiga y otros órganos.
La importancia de conocer los síntomas de las varices esofágicas
Por lo general las varices esofágicas no presentan ningún tipo de sintomatología hasta que estas comienzan a sangrar. Los signos y los síntomas de las varices esofágicas sangrantes incluyen los siguientes:
- Vómitos de grandes cantidades de sangre.
- Deposiciones oscuras, alquitranadas o con sangre.
- Pérdida del conocimiento en casos graves.
El médico podría sospechar la presencia de várices esofágicas si el paciente tiene signos de enfermedad hepática, incluidos los siguientes:
- Coloración amarilla en la piel y los ojos.
- Sangrado con facilidad y formación de hematomas.
- Acumulación de líquido en el abdomen.
Si el paciente padece un cuadro médico en el que todo parece indicar que tiene cirrosis, el especialista debe hacer pruebas de detección de varices esofágicas. Las principales pruebas para diagnosticarlas son:
- Examen endoscópico: un procedimiento denominado endoscopia gastrointestinal superior en el que el médico introduce un tubo por flexible y luminoso por la boca y lo dirige hacia el esófago, el estómago y el comienzo del intestino delgado.
- Pruebas por imagen: las exploraciones por tomografía computarizada del abdomen y las ecografías Doppler de las venas porta y esplénica pueden sugerir la presencia de varices esofágicas.
- Endoscopia capsular: el paciente ingiere una cápsula que contiene en su interior una cámara que toma imágenes el esófago a medida que pasa por el tubo digestivo.
Tratamiento para evitar las varices esofágicas sangrantes. Cómo actuar ante las varices esofágicas sangrantes.
Si a un paciente le han detectado varices esofágicas y aún no se ha producido una hemorragia el tratamiento irá destinado a evitar el sangrado de estas.
- Medicamentos para reducir la presión en la vena porta, llamados metabloqueantes que ayudan a reducir la presión arterial, disminuyendo así la probabilidad de sangrado.
- Uso de bandas elásticas para atar las venas sangrantes en el caso de que las varices parezcan tener un alto riesgo de sangrado.
En el caso de que un paciente presente sangrado en las varices esofágicas hay que tener en cuenta que estas pueden ser muy peligrosas y en algunos casos mortales y es muy importante tratarlas de inmediato.
- Uso de bandas elásticas para atar las venas sangrantes.
- Medicamentos para retrasar el flujo sanguíneo en la vena porta
- Desviación del flujo sanguíneo de la vena porta. Esta derivación es una apertura creada entre la vena porta y la vena hepática, que transporta sangre del hígado al corazón. La derivación reduce la presión en la vena porta y en general detiene el sangrado de las varices esofágicas.
- Medicación de antibióticos para evitar la infección.
- En los casos más extremos el paciente puede ser sometido a un trasplante de hígado.
