Las venas varicosas son venas retorcidas, agrandadas y dilatadas que se pueden ver bajo la piel. Son de color rojo o azul y generalmente aparecen en las piernas pero puede presentarse en otras partes del cuerpo. En algunas personas estas venas pueden llegar a causar graves problemas de salud incluso puede llegar a romperse. Hoy, en Clínica Vasculine, hablamos sobre lo que puede llegar a producir la rotura de una vena varicosa.
¿Qué causa las venas varicosas rotas en las piernas?
El fenómeno de la ruptura de este tipo de venas recibe un nombre y es varicorragia, que es una complicación de la insuficiencia venosa. Se produce por la hemorragia en la pierna causada por la rotura de estas venas. Está considerada la complicación más peligrosa que se puede dar en las varices y es frecuente que afecte a personas que durante años las han padecido. Generalmente se produce en las venas dilatadas de la pierna y sobre todo del tobillo debido a que en las zonas declives la presión que se ejerce es mayor.
La sintomatología que puede presentar el paciente afectado es similar a la que aparece cuando se forma las varices: piernas pesadas, cansancio, edemas y sensación de hormigueo.
La varicorragia puede producirse de forma espontánea, debido a un pequeño traumatismo o un rascado en la zona afectada. La formación de las varices puede darse siempre que aumente la presión sanguínea en el interior de las venas. Los periodos de gestación, el estreñimiento, la obesidad o el sobrepeso y el sedentarismo hacen que este factor se propicie en el organismo de una persona.
A medida que la sangre se acumula en las venas y la presión aumenta, la vena puede explotar. Podemos diferenciar dos tipos de rotura: interna o externa. En algunos casos, la vena varicosa explota pero es posible que no se vea sangre y estaríamos hablando de una ruptura interna, la cual está marcada por hematomas. En el caso de una ruptura externa, la vena rompe la piel y causa sangrado excesivo.
Cuando esto sucede el paciente afectado debe actuar con calma. Se debe elevar la extremidad a 45 grados y aplicar compresión localizada sobre la zona de sangrado pero nunca realizar un torniquete. Una vez que la situación esté controlada se debe acudir al cirujano vascular para que pueda evaluar el estado de la rotura.
Consejos para mantener las venas varicosas en buen estado
Un paciente que padezca sensación de dolor, peso o ardor en las piernas puede estar presentando síntomas de este tipo de venas. En este caso la persona debe acudir a un médico especialista para que le aplique un tratamiento específico para su caso, pero además es importante seguir una serie de cuidados personales. Realizar actividad física moderada, elevar las piernas cuando se esté en reposo, usar medias de compresión, evitar los roces y el agua caliente ayudarán a proteger las venas de posibles rupturas.
