Aunque la mayoría de las veces se realice un tratamiento de varices por razones estéticas más que por perjuicio para la salud, esta clase de intervenciones vasculares se practican con una gran asiduidad siendo los riesgos de la operación muy reducidos. ¿Quieres conocer los tipos de varices y su aspecto según el color de la piel?
¡Hoy en Vasculine resolvemos todas vuestras dudas sobre los riesgos y el postoperatorio de este tratamiento!
¿Qué riesgos tiene una operación de varices en las piernas?
El seguimiento de las varices junto a un equipo de profesionales es primordial para asegurarnos una buena salud de nuestras extremidades inferiores, tratando las varices desde su origen y realizando un seguimiento de las mismas para tratar que no vayan a más y así evitar que con el paso del tiempo sea más complicado tratarlas.
Hoy te contamos más sobre los diversos tipos de varices ¡Sigue leyendo!
¿Qué diferentes grados de varices existen?
Simplificando el sistema venoso, y para hacerlo más comprensible, podemos dividir los tipos de varices en 4 grados distintos, dependiendo de su profundidad y grosor:
- Varices grado 1: este tipo de varices son las más habituales. Lo componen las varices más superficiales y finas, también conocidas como arañas vasculares. No son dolorosas y en ocasiones se reducen a un problema estético.
- Varices grado 2: en este grupo se encuentran las varices medias (reticulares). Son varices subcutáneas, más profundas y mayores que las anteriores. Este tipo de variz suele ir acompañado de síntomas como la pesadez, el cansancio, calambres, hormigueos…
- Varices grado 3: aquí encontramos las varices más profundas y gruesas (tronculares) que tienen su origen en la disfunción de las venas safenas. Generan molestias pero más intensas que en el grado anterior.
- Varices grado 4: este grupo recoge los casos más avanzados que suelen ser varices de grado 3 acompañadas de complicaciones relacionadas como úlceras, cambios tróficos en la piel, flebitis o tromboflebitis.
Tipos de varices en las piernas y su color
Las varices son venas hinchadas, retorcidas y dilatadas que se pueden ver bajo la piel. Habitualmente son de color rojo o azul, consecuencia de un efecto óptico producido por la piel cuando estas se encuentran a 0.5 milímetros, aproximadamente, por debajo de la epidermis.
También pueden desarrollarse en un tono violáceo en el caso de las venas más finas, las conocidas como arañas vasculares. A medida que el caso sea más grave, y como consecuencia, la variz más gruesa, el tono de la misma irá oscureciendo y presentando una peor apariencia.
Las varices según el color de la piel
Es importante explorar los diversos factores de riesgo que pueden influir en la aparición de varices para poder plantear actuaciones e intervenciones sobre ellos que nos ayuden a retrasar o, en algunos casos, impedir el desarrollo de esta enfermedad.
Entre los múltiples factores que influyen, encontramos la raza, que es mucho más común de lo que pensamos y es que es más frecuente que la raza blanca padezca varices a diferencia de la raza negra y asiática, donde es muy poco común en comparación.
Numerosos estudios y profesionales han descrito una mayor frecuencia de aparición de problemas circulatorios en países nórdicos y centroeuropeos que en países mediterráneos.